jueves, 8 de agosto de 2013

Alimentación en verano. No tires por la borda los esfuerzos de todo un año


¡Verano! A nosotros nos encanta, pero puede que a nuestro organismo no tanto. Debido al cambio en nuestra rutina, a la alteración del horario de las comidas, a las salidas con amigos o la disminución de la actividad física, nuestra salud puede verse alterada. Es por esto que si queremos mantener el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, también debemos prestar atención a lo que comemos durante el periodo estival. Aquí te dejamos algunos trucos para que disfrutes de las vacaciones sin necesidad de sacrificar tu bienestar.
  • No alterar demasiado los horarios de las comidas y realizar siempre cinco a lo largo del día. De esta manera llegaremos más saciados a las comidas principales.
  • El almuerzo y la merienda son los momentos idóneos para consumir la fruta que necesitamos. Una o dos piezas entre comidas nos ayudarán a sentirnos bien y evitar la tentación del picoteo poco saludable.
  • Siempre, y más aún durante la estación calurosa, debemos beber agua, de 1,5 a 2 litros al día para estar bien hidratados. Debemos prestar especial atención a los más pequeños pues se deshidratan con más facilidad.
  • El calor es perfecto para aumentar la toma de ensaladas, sopas y cremas frías, como nuestro estupendo gazpacho o salmorejo. si quieres una versión más baja en calorías, elimina el pan y reduce el contenido en aceite, son opciones muy sanas y refrescantes para nuestras comidas y cenas.
  • El deporte sigue siendo una actividad obligada, aunque evitaremos las horas más calurosas del día. Sería estupendo aprovechar el calor para realizar nuestra actividad física en la piscina o la playa. Los paseos también son una buena opción para disfrutar del paisaje veraniego y mantenerse en forma.

¿Qué pasa si salimos a comer fuera?

El clima cálido y el aumento de tiempo libre son muy tentadores para quedar con los amigos y la familia en terrazas, chiringuitos… con todo lo que ello conlleva. Si  seguimos unos pequeños consejos, podremos continuar con nuestra vida social sin que ello repercuta negativamente en nuestro organismo.

  • Una dieta equilibrada contiene  un aporte equilibrado de hidratos de carbono,  proteínas y grasas,  para elegir correctamente nuestro menú en el restaurante es imprescindible atender a esto y planificar las comidas del resto del día. Nunca saltárselas. Si quieres leer algunos consejos para la elaboración de tu menú, puedes hacerlo en este artículo.  
  • Los pescados y mariscos  se convierten en nuestros aliados para proporcionarle a nuestro cuerpo las proteínas que necesita sin aumentar la ingesta de grasa. Además, las grasas poliinsaturadas que aporta el pescado son muy beneficiosas ya que reducen el colesterol…
  • Evita en la medida de lo posible los empanados y rebozados y elige en lugar de ello alimentos cocinados al horno, a la plancha o espetos.
  • Sáciate  primero con una buena ensalada, un salteado de verduras o un gazpacho frío, y así conseguirás tener menos apetito y comerás menos cantidad del segundo plato.
  • Para acompañar nuestros platos es preferible pasar de las salsas y elegir en su lugar un aliño ligero o una guarnición de verduras.
  • El postre es el momento más esperado, pero también aquí debemos controlar lo que pedimos. No es recomendable abusar de los helados, las tartas, bizcochos y demás opciones, así que la fruta y las infusiones frías son de nuevo las opciones más saludables. Esto no significa que no podamos disfrutar de un buen helado ocasionalmente. También puedes elegir los de hielo, que reducen significativamente la cantidad de calorías.

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