viernes, 28 de junio de 2013

Las almadrabas, un arte antiguo con vigencia en la actualidad

La almadraba (palabra procedente del término árabe almadrába -lugar donde se lucha o golpea-) es una técnica pesquera que consiste en armar un conjunto de redes y barcos para interceptar a ciertas especies marinas durante el trayecto de sus migraciones. Aunque la pesca de almadraba se centra sobre todo en el atún rojo, también existen capturas de otras especies como la caballa, el visol o la melva.


                              




El atún es un pescado migratorio que se desplaza en distintas etapas de su vida por dos motivos principalmente: la búsqueda de alimento y la reproducción. En su edad adulta, esta especie retorna al lugar donde nació para reproducirse; esto quiere decir que los ejemplares que nacen en el mar Mediterráneo, regresan allí para desovar a finales de la primavera. Es precisamente en este momento, durante su trayectoria al lugar de origen, cuando los almadraberos capturan a los peces. Según sean capturados a la ida o la vuelta, las almadrabas pueden ser de derecho o paso y de venida o revés. Las primeras pescan al atún cuando va a desovar a su mar de procedencia; las segundas lo hacen cuando vuelve al mar de donde partió.

Almadrabas en España

En la actualidad, la mayoría de almadrabas españolas se arman en el Estrecho, para capturar al atún rojo a su paso desde el Atlántico hasta el mar Mediterráneo. Las más importantes son las de Conil, Barbate, Zahara, Tarifa y Ceuta. Todas ellas son de derecho, menos las de Barbate y Ceuta que también capturan durante el regreso.



                                 

Evolución histórica

Existen ciertas evidencias de almadrabas que datan del S. IV a.C. y que ubican su origen en territorio helenístico. En la península Ibérica, los primeros indicios de este arte de pesca se remontan a la época púnica y más tarde, durante el mandato romano, se mantuvo su empleo. Sin duda, el S. XV fue la época dorada de este arte, pues las almadrabas dejaban altos beneficios, consolidándose su construcción en el Estrecho y la zona de levante. Por hacernos una idea de su notable apogeo, en 1541 se pescaron en Zahara 140.000 atunes aproximadamente. La Corona se interesó mucho por controlar la gestión de estas fuentes de riqueza y otorgó su exclusividad a diferentes casas nobles. Aunque el rendimiento de las redes decaería en los siglos posteriores, es de valorar que este arte pesquero perdure aún hasta nuestros días, aunque no sin problemas. En la actualidad, las causas principales de descenso de capturas anuales se deben a la sobreexplotación y la contaminación de las aguas. 



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