La dieta durante el embarazo se plantea para cumplir varios objetivos, la salud materna y la salud y correcto desarrollo del futuro bebé. Se debe garantizar que se cubran las necesidades nutritivas propias de la mujer en estado de gestación, además de satisfacer las exigencias nutritivas del bebé en continuo crecimiento, especialmente durante el último trimestre de embarazo.
Alimentarse de forma saludable durante el embarazo no significa comer por dos sino "comer de todo" en las cantidades adecuadas, es decir, comer de todos los grupos de alimentos.
El coste energético durante todo el periodo de la gestación está calculado entre 75.000 y 80.000 Kcal., lo que aumenta las necesidades en unas 150 Kcal. diarias en el primer trimestre del embarazo y en 340 Kcal. en los trimestres restantes.
Parte de esta energía es almacenada en forma de depósitos de grasa que constituyen un mecanismo de protección del feto frente a un posible estado de déficit al final de la gestación o bien durante el periodo de lactancia.
El ácido fólico sea quizás la vitamina que más interés despierta, y que debe ser suplementada previo al embarazo ya que previene los defectos del tubo neural, defectos de nacimiento de la médula espinal (como espina bífida) y del cerebro (anencefalia). La ingesta recomendada varía, pero se puede aproximar al doble de la cantidad necesaria en una mujer adulta no gestante, es decir, aproximadamente 400/600 microgramos/día, empezando al menos un mes antes de la concepción. Se recomienda también utilizar sal fortificada con yodo (yodada) ya que ayuda a desarrollar el sistema nervioso y además un suplemento de hierro ferroso diario (30 a60 mg) durante el segundo y tercer trimestres.
Estas recomendaciones siempre deben ser supervisadas por un obstetra o matrona.
Las proteínas son la materia prima de las células de tu organismo y del organismo de tu bebé. Es importante que consumas suficientes proteínas durante todo tu embarazo, pero es aún más importante, si cabe, durante el segundo y tercer trimestre.
Las proteínas son uno de los alimentos que se consumen más habitualmente y probablemente no te será difícil alcanzar la cantidad recomendada diaria durante el embarazo. Especial interés despierta en recientes estudios la importancia del consumo de pescado y especialmente azul (Salmón, trucha, atún, sardina…) durante la gestación, debido al aporte de DHA y Omega-3, se aconseja consumir al menos tres veces por semana pescado entre blanco y azul.
La AESAN considera que el pescado es, dentro de alimentación saludable, una parte importante de la dieta. Esto se debe, básicamente, a la calidad de su proteína y su grasa, con aminoácidos esenciales en cantidad más que adecuada, escasa cantidad de grasas saturadas y una importante proporción de ácidos grasos omega 3 y de vitaminas A, D, E, B6 y B12, sin embargo, algunas especies de pescado contienen mercurio de metilo, entre ellos el pez espada, pez emperador y el atún, que se recomienda consumir una sola vez a la semana.
Menú tipo orientativo para organizar la dieta durante el embarazo:
Desayuno:
- Cereales
- Un vaso de leche entera
- Una pieza de fruta o un zumo de fruta natural
Media Mañana:
- Pan integral, con jamón o queso fresco
- fruta
Almuerzo:
- Pasta (1 vez por semana)
- Arroz (1 vez por semana)
- Legumbre (1-2 veces por semana)
- Verdura (a diario)
- Carne, pescado o huevos (todos los días, pescado al menos 3 veces por semana, 1 vez azul y 2 veces blanco)
- Pan integral (preferiblemente)
- Fruta fresca (todos los días)
Merienda:
- Yogurt o preparado lácteo
- Pan, queso y fruta
Cena:
- Carne, pescado o huevos (todos los días, pescado al menos 3 veces por semana, 1 vez azul y 2 veces blanco)
- Verdura (a diario)
- Pan integral (preferiblemente)
- Fruta fresca
Resopón: Al acostarse Leche o producto lácteo equivalente
Se recomienda: utilizar aceite de oliva virgen, procurar evitar frituras, empanados, rebozados, ni salsas pesadas (natas y derivados, mayonesas, bechamel…), y complementar el almuerzo y la cena evitando repetir alimentos en el mismo día.
Beber aproximadamente dos litros de agua al día, y realizar ejercicio moderado a ligero a diario.
Come de manera frecuente y ligera
No beber alcohol, ni consumir drogas o tabaco.